Comprar un nuevo perfume:
¿Cómo reconocer el alma de la fragancia?
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A veces pasa que uno compra un perfume nuevo
que le encantó en la tienda pero que luego, en el uso
cotidiano, se siente totalmente diferente, como si fuese
otra fragancia. ¿Por qué sucede algo así?
Lo que ocurre es que la fragancia de los perfumes
o colonias no se perciben de inmediato en toda su
amplitud, por eso es importante tomarse tiempo a la
hora de comprar y seguir los siguientes consejos.
Consejo 1
Un perfume está compuesto de varias “notas”. Cuando
uno prueba una fragancia, lo primero que percibe son
las notas de salida o de cabeza. Sin embargo, mucho
más relevante es la nota de corazón, que pasa a
percibirse solo un poco después y que persiste incluso
durante varias horas. Esa es la que marca el verdadero
carácter de un perfume.
Es aconsejable, por ello, dejar pasar cierto tiempo
entre la prueba y la compra de una fragancia, para
poder evaluar realmente la nota de corazón.
Y no acaba allí: los perfumes se componen de tres
notas. La tercera es la de fondo o base, con elementos
más duraderos y de peso, que también se perciben
solo después de unos minutos, no antes.
Consejo 2:
Dejar pasar tiempo entre una y otra fragancia
Cuando uno huele muy rápido varias fragancias,
la nariz las percibe de un modo parcial o incluso
seis perfumes seguidos. Si los aromas son muy
similares entre sí, puede que el olfato hasta se canse
después de probar dos o tres fragancias. Lo mismo
sucede al oler perfumes pesados, por eso siempre se
recomienda comenzar por las fragancias más livianas.
Consejo 3:
Probarlos en uno mismo
Las pruebas de perfumes, de eau de parfums y de
eau de toilette deberían hacerse siempre en la piel,
y no sobre una tira de muestra, porque de ese modo
es posible sentir cómo se desarrolla una fragancia en
contacto con una piel determinada, en combinación
con el olor propio de esa persona.
Un buen dato a tener en cuenta es que las
denominaciones de los tipos de fragancia indican
distintas composiciones de cada producto.
promedio entre un 20 y un 40 por ciento de sustancias
aromáticas. Las “eau de parfum” contienen entre un
10 y un 20 por ciento, mientras que las “eau de toilette”
ofrecen entre un 8 y un 10 por ciento.
En el último escalón están las aguas de Colonia o
“eau de Cologne”, que contienen entre un 3 y un 8
por ciento de sustancias aromáticas. Es decir que, en
líneas generales, uno suele usar menos cantidad de
perfume por su mayor concentración.