Los rábanos se
conservan frescos
en un lugar húmedo
Los rábanos se comen crudos a mordiscos,
como un aperitivo crujiente, o en ensalada.
Y si se quieren guardar en la nevera
conviene quitarles antes las hojas. Lo mejor
es envolver la parte roja del tubérculo en
un trapo húmedo o meterla en un cuenco
con agua y así no pierden frescura,
según aconseja la asociación alemana de
cultivadores de frutas y verduras.
Los consumidores saben que estos
aparecer sin hendiduras, un color uniforme
ni grietas.
Además las hojas de esta verdura tiene que
ser fresca y tener un color verde vivo.
Aparte de las vitaminas A y C, los rábanos
que es el causante de ese sabor picante.
Precisamente esa nota de picor es la que
hace que combine bien con la cocina
asiática.
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