El Proceso del Éxito:
Perseverando un día a la vez.
EDICIÓN 7 • ¡VIVA POLK! • 19
La risa –
Herramienta
poderosa.
Por Teresa Martínez
Según estudios médicos, una buena
carcajada no solo ayuda con el estrés, sino
también con la salud en general.
La risa, a carcajada, es la mejor terapia
para la angustia o depresión. La risa
genera la fabricación de endornas, una
sustancia tipo sedante natural producida
por el cerebro que proporciona una
sensación de bienestar. Estas hormonas
también ayudan con la inamación o sea,
funcionan como una droga potente, sin
efectos secundarios, totalmente naturales
y sin costo alguno.
La risa aumenta la adrenalina en el
cuerpo, lo que nos hace más positivos, nos
genera imaginación y creatividad.
La risa combate el dolor – las encefalinas
en el cerebro se activan con la risa y su
función es aliviar el dolor.
La risa mejora la respiración y nos
rejuvenece – Cuando reímos casi
triplicamos la cantidad de aire bombeada
por los pulmones, esto estimula al corazón
y hasta llega a la piel, causando un efecto
rejuvenecedor.
La risa nos limpia el organismo. Cuando
reímos producimos lágrimas que limpian
los ojos, los oídos y las vías nasales.
Reír es un gran ejercicio – Al reír,
sobretodo a carcajadas, movilizamos más
de 400 músculos, muchos de ellos en la
cara y el estómago.
Reír facilita la digestión – La risa causa
un movimiento abdominal que ayuda a la
digestión.
La risa es relajante. Reír a carcajadas
puede estimular la circulación y ayudar a
relajar los músculos.
Reír ayuda las relaciones sociales. La risa
es contagiosa y atrae a otras personas.
Ríe y el mundo se reirá contigo.
La risa causa felicidad.
Buena noticia: Los estudios han indicado
que la risa ngida tiene los mismos efectos
en el cuerpo, ya que parece que el cerebro
no sabe distinguir entre la risa espontánea
y la ngida.
Por lo tanto, si quieres sentirte feliz…
comienza a REIR
Importante: Usa discreción…nunca rías a
costa de otros…reír debe hacernos a todos
felices.
Pastor Rodolfo Martínez
Casa Vida
Para todos y cada uno de nosotros, estos tiempos parecieran poner
pausas, pero sin temor a equivocarme, llegamos al presente avanzando
y perseverando sobre todo obstáculo. Es tarea ardua seguir adelante,
aún más con este tiempo de pandemia. El camino transitado hasta hoy
por todos nosotros, ha estado lleno de contratiempos e incomodidades.
Dentro de cada crisis o situación adversa, el resultado es el aprendizaje
que logramos. No siempre hemos tenido motivación y apoyo, a veces,
alguien nos ha abierto caminos o nos han impulsado, siempre lidiando
con limitaciones y obstáculos.
Deseo animarte con este artículo a que sigas impulsándote adelante sin
desmayar. Siempre fui motivado por mis tutores a cumplir metas, para
que creciera continuamente, en todo momento mirando hacia arriba
para cultivar los principios correctos en Dios y que fuera un servidor y
un diseminador de esperanza.
Solo llevo tres años aquí en Estados Unidos, no tenía ni idea, ni
planes de establecerme en este país, solo las maletas que trajimos de
vacaciones, tampoco teníamos el estatus legal o recursos económicos
para hacer mucho. Pero las puertas se abren para los que confíamos en
Dios. Hay un pensamiento bíblico que me motiva siempre, en cuanto a
lo que anhelo alcanzar, que dice:
“Aunque la visión tardará aún por un tiempo, mas se apresura hacia el
n, y no mentirá aunque tardare, espéralo, porque sin duda vendrá,
no tardará”. (Habacuc 2:3).
En la actualidad soy pastor en Casa Vida Misión Metodista Unida, en
medio de una comunidad llamada Wahneta, en Winter Haven, Florida.
Aquí estamos con el objetivo de apoyar y encaminar a una población
vulnerable de inmigrantes hispanos.
Muchas veces nos preguntamos: ¿Vale la pena todo el proceso de
aprendizaje por el que hemos pasado? Por supuesto que sí, detrás
de cada situación difícil, aprendí que lo importante no es estar
cuestionándonos por qué, sino jar nuestras metas preguntándonos:
¿Por qué estamos pasando por ésto? Ha sido así como siempre me
he impulsado a seguir adelante. Cada estación de crecimiento que
he tenido, ya sea en mi Cuba natal (mi Egipto) en Perú de misionero
(mi desierto) y ahora en Estados Unidos (mi tierra prometida) han
añadido crecimiento y me han fortalecido.
Aprecia tu propia historia, tu camino recorrido, sigue adelante
agradeciendo a los que antes pelearon o aún pelean por ti. Rodéate de
los que te animan a caminar venciendo obstáculos, conquistando la
libertad con esperanza, trabajando duro para sacar adelante tu familia.
Me imagino que sí, que tú tienes esa mentalidad y también lo deseas.
Sigue invirtiendo, cada día en “cargar tu cruz” en dar un paso a la vez
de avance intencionado, se persistente en las convicciones, en lo que
no es negociable. Tenemos que andar sin cansarnos, no hay lugar para
desanimarnos en nuestro empeño de alcanzar los sueños que tenemos.
Pero, recordemos todos que el futuro se desarrolla diariamente, así
que disfrutemos el proceso para avanzar mucho más lejos en el largo
camino que nos resta.
¡Qué Dios les bendiga!