Por Sabine Meuter (dpa)
Ejercer el cuidado con uno mismo. Un concepto
que puede sonar abstracto, pero que puede
implementarse sin problemas en la vida cotidiana,
incluso en mucho mayor medida de lo que piensan
unos cuantos. Pero, ¿de qué se trata exactamente?
Dicho de manera sencilla: deténgase unas cuantas
veces al día, escúchese, percíbase y no juzgue
absolutamente nada de nada. De esa forma, se
estará en el aquí y ahora, no sólo física, sino también
mentalmente.
“Es un plus en la calidad de vida”, dice el especialista
en medicina interna y psicoterapéutica Christian
Stock en Bielefeld. Y explica que se disfruta del
momento y se siente tranquilidad.
El problema es que muchas personas no suelen estar
centradas en su vida diaria, mientras desempeñan
varias tareas en forma simultánea. “Desayunar, leer
el diario y escuchar la radio al mismo tiempo”, es el
ejemplo citado por Stock para este multitasking. O
bien planchar con la televisión encendida y hablar al
mismo tiempo por teléfono.
¿Es este comportamiento realmente tan malo?
Sí, advierte este médico especialista. “Te quita las
fuerzas y te hace estar inquieto y desasosegado”.
En pos del bienestar de la persona siempre será
mejor concentrarse en una sola tarea. Por ejemplo,
durante el desayuno: oler a conciencia el café, el pan
o la manteca, saborearlos y alegrarse por ello.
Asimismo es importante por el propio bienestar
poner en orden el mundo de los pensamientos.
”No tiene absolutamente ningún sentido rumiar
constantemente lo que posiblemente salió mal en el
pasado y lo que se podría o debería haber hecho
mejor”, detalla el psicólogo Drachenberg. Lo que
permanentemente sobre aquello que podría suceder
durante el próximo tiempo asimismo implica una
energía innecesaria.
Por ejemplo, quedarse cavilando si uno estará en
condiciones de llevar bien adelante una conversación
con el jefe la semana siguiente. “En cambio, hace
bien dirigir la atención hacia el presente y percibirlo
con todos los sentidos”, apunta.
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Existen numerosos ejercicios para la atención
que pueden practicarse en la vida cotidiana. “Una
variante es por ejemplo meditar un cuarto de hora
después de despertarse a la mañana”, sugiere
Christian Stock. O sea, tomar absoluta distancia del
afuera y concentrarse por completo en uno mismo.
El siguiente procedimiento es aún más sencillo: no
saltar inmediatamente de la cama en cuanto suena
el despertador. Por el contrario, tomarse tiempo para
inhalar y exhalar en forma consciente.
Posteriormente, tomar conciencia del entorno:
¿afuera ya está claro o aún está oscuro? ¿Gorjean
los pájaros, ladra un perro? Y sentir agradecimiento
a conciencia de que uno está cómodamente tendido,
cuenta con un techo sobre su cabeza y los seres
queridos que están alrededor.
También en muchos otros momentos de la
cotidianeidad hará bien un ejercicio de atención.
“En lugar de enojarse porque se está parado
ganancia simplemente hacer una pausa y agudizar
los sentidos”. ¿En qué tonalidades de colores se
qué huele en realidad dentro del supermercado?
Quien así lo desee, también puede destinar un día a
esta atención y tomarse de esta manera una jornada
completa para sí mismo. “Un día semejante es más
adecuado para los avanzados”, comenta el médico
Stock. O sea, personas que ya están familiarizadas
su entrenamiento.
Stock indica que una jornada de mindfulness puede
pasarse en soledad en casa, pero también con un
grupo. Las propuestas para una jornada de este
tipo en el marco de un grupo son ofrecidas por
numerosas instituciones, así como por centros de
formación de adultos.
Estas ofertas por lo general contienen entre otros
ejercicios meditación y de yoga. Además, la o el
maestro a cargo suele presentarle algunos textos
inspiradores a los participantes.
Para pasar un día de mindfulness en casa resulta
necesaria una buena preparación. “Se prepara
se les dice a todos que uno no estará alcanzable”,
hace el recuento Stock. Y, durante toda esa jornada,
se impondrá el silencio.
Pero implementar enseguida este día completo de
mindfulness es una posibilidad y no una obligación.
“Existen realmente incontables pequeños momentos
en la vida cotidiana en los que se puede entrenar
la atención plena con uno mismo”, señala Jacob
Drachenberg.
Y brinda un consejo: escribir cada noche una especie
de diario de agradecimiento, donde anotar qué cosas
fueron bien durante el día. “Frecuentemente es más
Fuera de la cabeza, hacia dentro del cuerpo: esto
también se consigue mediante el deporte. Según
Drachenberg, ”uno se da cuenta de lo que le produce
el esfuerzo físico, de cómo le late el corazón”. Y lo
bien que esto nos hace sentir.
dpa / Quelle: Deutsche Presse-Agentur GmbH / Copyright: dpa
Disfrutar el momento,
en pos de una
cotidianeidad más
distendida
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