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Gloria Galeano Hall
Educadora en Prevención de
Cáncer y Vida Saludable.
Agencia Cancer Services Inc.
Winston-Salem, NC
En los últimos días, a prácticamente todos en el globo
alimentarnos, por eso de ir a las tiendas y comprar lo
debemos olvidar que una alimentación sana en tiempos de
crisis debe comenzar por asumirse de manera consciente,
es decir, sabiendo qué es lo mejor para nosotros en función
de nuestro estilo de vida y nuestros recursos, conocer qué
escoger los alimentos y sus combinaciones que nos ofrezcan
estos tiempos difíciles pasa por informarse, conocerse a sí
mismo y no tener miedo a hacer cambios. Por ello, nos toca
adaptar y reinventar nuestros platos tradicionales, concebir
nuevos menús, explorar ingredientes distintos, otros sabores
y texturas, reeducar nuestras papilas gustativas, todo esto
en calma y aceptación serena porque alimentarse no debe
ser una fuente de estrés y menos ante la condición que
estamos viviendo a partir del mes de Marzo de 2020 por
las restricciones impuestas para evitar la propagación del
Covid-19.
El contexto de crisis es un llamado y una oportunidad para
cambiar, para mejorar nuestros hábitos alimentarios e
higiene de vida en general. Esta tarea no es para asumirla
miembros de la familia. Compartir información, recetas
y comida así como organizarse para decidir quién es la
persona que saldrá de compras e incluso quién elaborará los
alimentos, son maneras de establecer vínculos para lograr
una alimentación sana y consciente. De esta forma, todo
es ganancia porque los lazos, por sí mismos, son un activo
importante ya que no sólo de pan se alimenta el ser humano
las personas que conviven en nuestra casa, la familia y los
amigos.
Compartimos con ustedes varios consejos para ahorrar
dinero en las compras y hacer que los alimentos rindan
un poco más:
1. Conocer los gastos del hogar. Ya sabemos que con la
escasez es difícil controlar cuánto y cuándo se gasta porque
todo depende de cuándo se consiguen los alimentos y los
precios varían constantemente. Sin embargo, es importante
tener una idea al menos del porcentaje del presupuesto del
hogar que va a la alimentación.
2. Para comer de forma provechosa
regida por cuatro leyes:
a) Cantidad: Las porciones de los alimentos deben ser
adecuadas para cubrir las necesidades energéticas del
organismo.
b) Calidad: La alimentación debe cubrir todos los nutrientes
(proteínas, grasas, carbohidratos, vitaminas y minerales).
c) Armonía: Debe existir un equilibrio entre los nutrientes.
d) Adecuación: La alimentación debe ajustarse a los
requerimientos particulares de cada persona según su sexo,
talla, edad, momento biológico, hábitos, enfermedad, etc.
Ya con esta información es necesario conocer y escoger
combinaciones de alimentos nutricionalmente densos
o que ofrezcan mayor cantidad de nutrientes y energía
por porción. Sobre esta base se crea un menú para la
semana y, preferiblemente, se escoge un día para cocinar
y preparar todas esas comidas. Es importante calcular las
porciones adecuadas y almacenar los alimentos de manera
que no se dañen.
y pimentón o a la internacional, añadiendo curri u otras
preparados con vegetales y tubérculos.
Estas son formas de rendir los alimentos. Recuerda: ¡Hay
que organizar el menú y ponerse creativos! Cuando se
tiene poca cantidad de comida, es preferible distribuirlos
en pequeñas porciones en lugar de comer una sola vez
al día. Lo mejor es tener la ayuda de un profesional de la
sus posibilidades.
3. Hacer lista de compras. Al tener un menú o lista de
necesidades es más fácil realizar la lista de compras. Previo
a esto, revisa qué tienes en casa. En tiempos de crisis,
tal vez debas hacer la tarea al revés y organizar tus ideas
de acuerdo con lo que dispones. Aun así, la asignación de
4. Buscar el mejor precio. Consulta los precios en línea y,
por qué no, ordena desde casa para así evitar exponerte,
en lo posible, a la infección que está circulando en estos
días.
5. Aprovechar días de rebajas y los alimentos de
temporada. Si se tiene la oportunidad de comprar
grandes cantidades de alimentos de temporada, puedes
elaborar conservas, salsas, mermeladas, entre otros, y
almacenarlos herméticamente en frascos de vidrio. ¡Esto
implica organización y voluntad!
6. Intenta preferir alimentos frescos y naturales ya que
ofrecen mayor calidad nutricional.
7. Revisa las etiquetas de los alimentos preparados
para asegurarte de que son aptos para tu régimen de
alimentación, nutritivos y que no estén vencidos (recuerda
la importancia de usar guantes al ir de compras y usar un
tapabocas)
8. Guarda en la nevera los alimentos que sobraron y
utilízalos en otras preparaciones (hay que tenerlos en
cuenta al momento de organizar el menú de la semana
siguiente).
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