Cuidado de la piel en invierno
Su amiga, Mercedes.
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Probablemente a veces nos preguntamos si existe la posibilidad
de que nuestra piel y cuerpo se deshidraten en los meses de
otoño e invierno. Y si no tenemos la información, bajamos
la guardia porque pensamos que, si no perspiramos,
tampoco tenemos que tomar agua porque tenemos frío y
no calor y consideramos que solo al sentir calor estaríamos
deshidratados.
Pero déjenme decir que la deshidratación ocurre aún más durante los meses
fríos; he ahí la importancia de hidratarnos sin importar la época del año.
¿Por qué la deshidratación
se debe tomar muy en serio?
El riesgo de deshidratación es muy serio sin importar la edad, si somos
jóvenes o adultos mayores, aunque este último grupo puede ser
particularente vulnerable si su salud es precaria.
Estar deshidratado puede llevar a tener problemas que abarcan desde el
sistema motor hasta el cambio de humor; cuando estamos deshidratados,
la sangre se vuelve más gruesa y los riñones retienen más agua y estos, por
lo tanto, producen menos orina. Así que si la sangre se vuelve más gruesa,
el corazón trabajará muchísimo más de lo que debería.
Algo muy interesante que ocurre en el verano es que el cuerpo
se deshidrata por que sudamos mucho por el calor que hay en el
ambiente; por lo tanto, tenemos que beber un poco más de agua,
en comparación con el clima frío del otoño e invierno cuando
normalmente no sudamos tanto porque el clima es
más frío, por lo que tendemos a tomar menos agua;
pero la manera en que nuestro cuerpo pierde este
líquido precioso es que cuando respiramos por la nariz y
la boca nos sale una especie de vapor y es de esta manera
como perdemos líquidos de nuestro cuerpo; así que cuando
nos ejercitamos en otoño o invierno, si sudamos, perdemos
como hay más deshidratación en los meses más fríos.
· Señales de deshidratación.
· La boca se siente seca.
· La piel está seca y estirada.
Aquí es donde tenemos que recordar que el agua se mueve a nivel celular
pierden la habilidad de funcionar y los tejidos del cuerpo se empiezan a
secar; por lo tanto, es en el otoño e invierno cuando la piel tiende más
al envejecimiento prematuro ya que es uno de los órganos que más está
comprometido debido al frío, a los rayos ultravioleta y a los cambios bruscos
de temperatura que caracterizan a esta temporada.
Estos cambios bruscos de temperatura se pueden dar en un momento
al frío de la calle; el primer órgano que se expone a esta diferencia
repentina es nuestra piel.
Así que dentro de los próximos meses hay que tomar mucha agua
en todo nuestro cuerpo para evitar la piel seca y deshidratada
y, sobre todo, recuerden aplicar el protector solar ya que en esta
época los factores ambientales son más severos que durante el
verano; así mantendremos nuestra piel siempre joven y bella todo
el año.
Espero que esta información sea útil para prepararnos antes de
empezar el invierno y tener siempre una piel saludable.
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