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Por Ricarda Dieckmann (dpa)
El duelo golpea el cuerpo:
el corazón partido y el
cabello con canas
Cuando muere un ser querido, no solamente
se genera un revoltijo de sentimientos entre
los deudos. También el cuerpo reacciona de
manera enloquecida y poco habitual durante el
período del luto.
Por ejemplo, cuando el tórax se siente tan
apretado que apenas se puede respirar
profundamente. O cuando, al peinarse, queda
más pelo atrapado en el cepillo que antes.
“En el caso de una pérdida todo está conectado.
Cuerpo y mente son prácticamente insperables”,
duelo Heidi Müller.
“Cada persona hace el duelo de manera
distinta”, asevera por su parte la jefa de la
Academia Elisabeth Kübler Ross en el hospicio
de Stuttgart, Susanne Haller.
En consecuencia, las reacciones físicas ante
una pérdida drástica también son múltiples. Ya
sea migraña, mareos, opresión en el pecho,
taquicardia, dolor de espalda o diarrea: el
abanico es amplio.
Algunos síntomas son invisibles para los
demás, mientras que otros sí llaman la atención
a simple vista. Por ejemplo, la postura corporal:
”Muchas personas de luto ya no caminan tan
erguidas, la cabeza cuelga un poco, se mueven
más lentamente”, describe Annette Wagner,
miembro de la junta directiva de la Asociación
Alemana de Apoyo al Duelo (BVT).
Wagner comenta que en su trabajo con
personas de duelo siempre le llama una y
otra vez la atención que estas -incluso en días
cálidos- tiemblan de frío. Un té caliente y una
manta cálidamente acogedora no solamente
resultan importantes para el alma, sino también
para el cuerpo.
cabello puede volverse rápidamente gris. Así se
Karl Marx encaneció de la noche a la mañana
tras la muerte de su hijo de ocho años.
Sin embargo, este fenómeno no se repite
demasiado. Annette Wagner cuenta que en 20
años que lleva acompañando a los familiares
de personas fallecidas, solamente lo presenció
una vez en una viuda: “Su cabello se volvió
absolutamente blanco en el lapso de tres días”.
Pero incluso cuando no aparezcan las canas,
muchas personas de duelo parecen haber
envejecido a los ojos de quienes los observan.
”Las comisuras de la boca se caen, la piel está
cenicienta, tienen ojeras: ese es el aspecto de
una persona triste”, dice Wagner.
La experta explica que esto también tiene
que ver con las circunstancias que atraviesan
quienes están de luto: tras una pérdida, la
cabeza suele dar tantas vueltas que les resulta
difícil dormir.
Y a esto se suma además frecuentemente la
falta de apetito. Si a esto se agrega una escasa
movilidad en la vida cotidiana, entonces al
cuerpo le falta una buena irrigación. Todo esto
puede verse en una persona que atraviesa un
duelo.
Las causas para las reacciones en parte
virulentas del organismo en casos de luto aún
no están completamente claras. Lo que sí está
probado es que la muerte de un ser querido
puede elevar temporalmente el riesgo de sufrir
determinadas enfermedades cardiovasculares.
En caso que las molestias corporales se
extiendan durante un tiempo, aparece
rápidamente un pensamiento tortuoso:
“¿Estaré haciendo algo mal?” Muchas
personas que atraviesan la pérdida de un ser
querido sienten la presión de tener que volver
a rendir plenamente, tanto en su trabajo como
fuera de él.
Y si el cuerpo y la psiquis no acompañan,
entonces se experimenta frustración. La
investigadora Heidi Müller observa con mirada
crítica las exigencias de la sociedad: “Antes
el mundo de una persona se paralizaba en
caso de una muerte. Hoy en día, en un tiempo
dinámico con un ritmo acelerado, esto ya no
es así”, señala.
Y eso que no resulta fácil dejar de lado las
expectativas de la sociedad: según Müller
resulta importante que quienes atraviesan un
duelo se permitan pausas y el tiempo para las
cosas que les hacen bien. Porque el luto le
cuesta mucha energía al cuerpo.
“Pero: se trata de una expresión
completamente natural. El luto no es el
Wagner, que acompaña a las personas en esta
situación. En caso que quienes están de duelo
reconozcan que no hay nada equivocado en
sus reacciones (corporales) a la pérdida, esto
puede generar alivio.
dpa / Quelle: Deutsche Presse-Agentur GmbH / Copyright: dpa