Por Claudia Wittke-Gaida (dpa)
helado cremoso,
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Cómo preparar
afrutado y exquisito en casa
dpa / Quelle: Deutsche Presse-Agentur GmbH / Copyright: dpa
Todos suelen tener una heladería favorita,
un punto infaltable de deleite de todos los
veranos. Sobre todo los niños parecieran
no cansarse de pedir que les compren un
helado. ¿Pero qué tal sería prepararlos en
casa? ¿El resultado puede tener tanto éxito
como el de la heladería?
A los niños les encantan los gustos frutales como
la fresa, el limón o el mango. “Con el correr de
los años, los gustos van cambiando. Los adultos
están más dispuestos a experimentar y probar
nuevos sabores, como por ejemplo, el helado de
caramelo con sal”, observa Ralf Sander, quien
es dueño de una heladería en Berlín y además
redactó una guía para preparar helado en casa.
Pregunta: Una de las consultas más
habituales que suelen hacerle es si existe
leche y crema de leche y sírvalo de inmediato.
Esa mezcla no puede volver al congelador
porque cambiaría la consistencia.
Otro gran helado cremoso que puede prepararse
sin máquina para hacer hielo son los palitos de
yogur y arándanos. Para preparar entre siete
y ocho palitos, precisará 50 gramos de azúcar
y 20 gramos de jarabe de glucosa mezclados.
Pero primero coloque en la batidora 125 gramos
de arándanos frescos, 350 gramos de yogur, en
caso ideal de 3,5 por ciento de grasa, licúelos y
vaya añadiendo poco a poco el azúcar. Vierta
esa mezcla con una manga en los envases de
silicona para darle forma de helado de palito.
La manga ayudará a evitar las burbujas de aire.
Añada los palitos de madera y colóquelos toda
la noche en el congelador.
Pregunta: ¿Y cuáles son los errores más
frecuentes al preparar helado en casa?
Sander:Si uno retira los helados antes de tiempo
Por eso lo mejor es dejarlos durante toda la
noche. Otro punto importante es dejar secar los
arándanos en un colador después de lavarlos,
porque cuanto más agua sin azúcar se congele
luego, más duro, menos dulce y menos cremoso
será el helado.
Otro de los factores importantes es la calidad
de los ingredientes. Si uno mezcla todo lo que
tiene en la alacena, el resultado será terrible.
Las nueces viejas de hace dos años no serán
un muy buen aporte para la mezcla.
Al colocar la mezcla en el congelador, también
es importante observar que no termine cerca de
un pescado, porque el helado suele absorber
muy fácilmente los olores y sabores de otros
alimentos. En lo posible, mejor colocarlo en un
estante o cajón propio que no esté muy cerca
de la puerta, porque cuanto más se cierre y
abra y cuanto mayor diferencia de temperatura
haya, más serán los cristales que se formarán y
menos agradable será su textura en el paladar.
el helado sin azúcar. ¿Usted qué
responde?
Ralf Sander: El azúcar tiene dos
propiedades fundamentales. Por
un lado, endulza el producto
y potencia el sabor. Por el
congelamiento, hace que el
producto se congele muy por
debajo de los cero grados. Si
uno coloca fresas en estado puro
en el congelador, después de
medio día están duras como una
piedra y han perdido el dulzor y la
stenc n ia cremo mosa sa. Al mez ezcl cl clar ar a la las s co c nsisr
y añadirles distintos tipos de azúcar, en
particular glucosa, el helado pasa a tener
y a poder servirse a 16 grados bajo cero gracias
a los microcristales y los microenlaces que se
generan.
Pregunta: Muchos creen que los helados
son cremosos solo si se utiliza una
máquina para hacer helados. ¿Vale la pena
la inversión?
Ralf Sander: Hay que ser un gran fanático del
helado para que valga la pena una compra así.
De lo contrario, el aparato acaba acumulando
polvo y ocupando espacio como la máquina
para hacer sándwiches. Hay otros factores
que ayudan a darle al helado esa consistencia
cremosa. Algo fundamental, por ejemplo, es
mezclar bien todo durante la preparación.
Si uno no tiene una máquina de hacer helado,
también puede lograr muy buenos resultados
con una licuadora. Puede probarse fácilmente
con un helado de banana. Pele y corte unas
bananas maduras en trozos medianos y
colóquelos en el congelador en una bolsita o
molde para congelar durante la noche. Al día
siguiente, licúe esas bananas sin añadido de
azúcar o con sirope de agave o miel a gusto,