Cuando nos duele el cuello, tendemos a adoptar
posturas que nos proporcionan alivio. Munther
Sabarini, neurocirujano y fundador de la clínica
berlinesa Avicenna Klinik, especializada en
cirugías de columna vertebral, advierte que, en
caso de tensiones musculares o de un nervio
pinzado, estos cambios forzados de postura
pueden llegar a aumentar el dolor.
Para aliviar las molestias, lo importante es
recuperar la movilidad de las vértebras del cuello
y aprender a relajar los músculos.
Los geles o cremas, así como la ingesta a
corto plazo de analgésicos como el ibuprofeno
o el diclofenaco son una ayuda. Aplicar calor,
utilizando una bolsa de agua caliente o una
almohadilla térmica, y realizar ejercicios para
relajar y fortalecer el cuello son algunas de las
medidas para combatir el dolor.
22 www.magazinemia.com
Sin embargo, en caso de tensión muscular
severa se recomienda recurrir a un especialista.
Este descartará otras posibles causas del dolor,
o nervios o bien una hernia de disco en las
vértebras cervicales.
Para evitar los dolores de cuello, lo mejor es hacer
ejercicio regularmente, especialmente cuando
se trabaja mucho tiempo sentado. Los efectos
del trabajo sedentario se pueden contrarrestar
con ejercicios cortos de estiramiento, un paseo a
la hora del almuerzo o realizando algunas tareas
de pie en lugar de sentado.
Mantener el cuello caliente con una toalla es la
mejor protección contra las corrientes de aire y
evita que los músculos del cuello se tensen.
dpa / Quelle: Deutsche Presse-Agentur GmbH / Copyright: dpa
Medicación para la migraña ayuda
para la cefalea en racimos
Las cefaleas en racimo se denominan así porque
con frecuencia se producen de forma reiterada. Las
personas que las padecen pueden pasar meses
o años sin sufrirlas hasta que de repente el dolor
regresa y lo hace de forma reiterada con hasta
ocho ataques por día, durante semanas o incluso
meses.
Los ataques individuales duran entre 15 y
180 minutos, explica la revista farmacéutica
alemana “Neue Apotheken Illustrierte”. Suelen
sentirse en un mismo lado de la cabeza y suelen
coincidir con otros síntomas como por ejemplo
un ojo que llora y a veces es la nariz la que
moquea.
Estas cefaleas suelen ser tan graves que hacen
que la vida cotidiana sea insoportable para los
afectados. Los hombres tienen este tipo de
dolor de cabeza un poco más a menudo que las
mujeres, generalmente comienzan a sentirse
años.
La buena noticia es que después haber sido
diagnosticada por un médico, sobre todo
Aquellas personas que tienen dosis de vacunas pendientes deben de
respetar la fecha prevista para su inoculación independientemente de
que sus viajes hayan sido cancelados a causa de la crisis generada
por el coronavirus, recomienda el Centro de Medicina del Viajero de
Berlín.
“La protección a largo plazo solo se garantiza si se administran todas
las dosis”, explica Tomas Jelinek, director médico de la institución. Por
ello, quienes hayan tenido que posponer hasta el año que viene un
viaje de larga distancia, deberían de ser inoculados ahora con la dosis
de vacuna que les corresponde.
Jelinek añadió que esta recomendación se aplica a las vacunas contra
para descartar otras causas más graves, las
cefaleas en racimo se suelen atajar bien con la
medicación. El medicamento para la migraña
Sumatripan se utiliza a menudo, ya sea
inyectado o en un aerosol nasal.
En los casos graves, los médicos también
recetan medicamentos cardiovasculares o litio,
que por lo demás se utiliza principalmente para
la depresión. A menudo, se puede evitar nuevos
ataques de cefaleas con estos tratamientos.
Los medicamentos convencionales para el
dolor de cabeza no son tan adecuados para
las cefaleas en racimo, ya que suelen tardar
demasiado en hacer efecto.
dpa / Quelle: Deutsche Presse-Agentur GmbH / Copyright: dpa
Vacunas y viajes pendientes:
no olvidar dosis a pesar de pandemia
la hepatitis A, la hepatitis B, la rabia y la encefalitis japonesa.
la pauta de vacunación deberían completarla. La hepatitis A, por
ejemplo, es una vacuna estándar para viajes, aconsejable para la
mayoría de los países.
Los intervalos entre dosis de una misma vacuna marcan siempre el
tiempo mínimo entre inyección e inyección. Es decir que la última
dosis puede ser administrada un poco más tarde de lo marcado pero
no mucho más, porque existe el riesgo de olvidar hacerlo por completo
y como consecuencia en uno o dos años se pieder la inmunidad
proporcionada por la vacuna, advierte Jelinek.
/www.magazinemia.com